martes, 4 de noviembre de 2008

Empezamos a conocer el Tango y El Lunfardo

Hola:

Ahora que vamos controlando y aprendiendo a "blogguear", damos otro paso más para los que quieran acompañarme a conocer un poco más a fondo todo lo que rodea a nuestro "amado" tango.

Aprovecho un articulo de la Revista Argentina nº 60 (ed. Española sep/oct 2008) para que empecemos a conocer un poco, mes a mes, el lunfardo dentro de mis modestas posibilidades.


Letra y Música Orillera

En los primeros tiempos, cuando el tango comenzaba a convertirse en canción, las letras tenían una fuerte connotación sexual y sus títulos dejaban lugar a pocas dudas: “Dos sin sacarla”, “Que polvo con tanto viento”, “Con que tropieza que no dentra”, “Siete pulgadas”, o incluso “El choclo” que en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano “chocho” o “coño”.

Más tarde, con la llegada de los primeros letristas cultos, el tango abandona su ámbito original y se ve obligado a disimular la procacidad de sus primeras canciones. Sin embargo, el lunfardo resuta rápidamente. Las letras de Celedonio Flores reflejan los problemas del pueblo y la moral del suburbio, utilizando el el lunfardo que habla la gente: “Corrientes y Esmeralda”, “La Mariposa”, “Mano a mano”, “Muchacho”. Otras letras de renombre estuvieron a cargo de Edmundo Rivero y Francisco Marino, quienes también lograron inmortalizar nuestra jerga criolla. Aquí, una de ellas.


TANGO: EL CIRUJA
Letra: Francisco A. Marino
Música: Ernesto de la Cruz
Fuente: Academia del Tango

“Como con bronca y junando de rabo de ojo a un costado,
sus pasos ha encaminado derecho pa’l arrabal.
Lo lleva el presentimiento de que, en aquel potrerito,
no existe ya el bulincito que fue su único ideal.
Recordaba aquellos días de garufa
cuando minga de laburo se pasaba
meta pungía, al codillo escolaseaba
y en los burros se ligaba un metejón;
cuando no era tan junado por los tiras,
la lanceaba sin tener el manyamiento,
una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión.
Era un mosaico diquero que yugaba de quemera,
hija de una curandera, mechera de profesión.
Pero vivía engrupida de un cafiolo vidalita
y le pasaba la guita que le shacaba al matón.
Frente a frente, dando muestra de coraje,
los dos guapos se trenzaron en el bajo
y el ciruja que era listo para el tajo,
al cafiolo le cobró caro su amor.
Hoy, ya libre’e la gayola y sin la mina,
campaneando un caho’e sol en la vedera
piensa un rato en el amor de su quemera
y solloza en su dolor”.

Vocabulario y significado del tango “El Ciruja”

Junando: Mirando
Arrabal: Suburbio, afueras de la zona céntrica.
Buluncito: Diminutivo de “bulin”, habitación o vivienda pequeña y precaria.
Garufa: Fiesta, jolgorio
Minga: Nada, falta de.
Laburo: Trabajo.
Pungía: Hurtar con los dedos o unas pinzas especiales de picos aplanados.
Escolaseaba: Jugar a las cartas por dinero.
Burros: Carrera de caballos.
Metejon: Enamoramiento fulminante.
Tiras: Policías.
Lanceaba: Acción de “punguiar”.
Manyamiento: Tomar conocimiento de algo.
Vento: Dinero.
Mosaico: Deformación de “moza” (mujer linda)
Yugaba: Trabajaba.
Quemera: Mujer que trabajaba en la “quema”, lugar donde se incineraban los residuos.
Mechera: Mujer que se dedicaba a hurtar en tiendas, mediante el descuidismo.
Engrupida: Creída.
Cafiolo: Individuo que vivía de la prostitución de “sus” mujeres.
Vidalita: De vida fácil.
Shacar: Sacar dinero con engaño.
Ciruja: Individuo que hurgaba en la basura para extraer objetos que luego vendía (como metales, cartones, papeles).

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