Por Sharna Fabiano (2003)
El despertar del tango argentino en los comienzos del nuevo siglo puede ser visto como el ascenso de un gran espíritu que emerge luego de un profundo sueño. En su novel resurgimiento desde fines de los ochenta, el tango, por su fuerte interrelación con la pareja y sus movimientos intrincados y elegantes, ha inspirado a legiones de nuevos bailarines en todo el mundo. En los últimos años, cobró impulso una corriente musical revolucionaria que irrumpió con fuerza en el mundo del tango. Jóvenes bailarines están experimentando con nuevos conceptos en la danza del tango social y, junto con ellos, músicos contemporáneos están inventando una sonoridad-fusión que combina la instrumentación tradicional con la música electrónica moderna. Yo llamo a esta corriente “Neo Tango”.
Artistas de nuestros días que aportaron hitos creativos como el Proyecto Gotan, Bajo Fondo Tango Club y, especialmente Carlos Libedinsky, son heraldos del nuevo tango globalizado. Estos artistas han fusionado el tango con música electrónica contemporánea. Carlos escribió lo siguiente en ocasión del lanzamiento de Narcotango, su último CD:
“A la hora en que quedan pocas parejas bailando en la pista y la magia visita la Milonga yo miro a la gente bailar y experimentar un nuevo tipo de Tango. Cuando mi cuerpo exhausto por tantas horas de baile se niega a terminar la noche, a esa hora nació el Narcotango. En ese momento comencé a imaginar la música que quería bailar y ver bailar”.
Hasta hace poco tiempo, casi toda la música utilizada para bailar el tango social actual se tomaba de los viejos discos de las orquestas de la Edad de Oro. Aún las bandas tangueras mas jóvenes tienden a incluir en su repertorio composiciones de ese período. Pero nuestra época es distinta de la Edad de Oro del tango en Buenos Aires (1930-1950). Nosotros usamos diferentes instrumentos musicales y manejamos otras tecnologías, tenemos otros lugares de reunión y nos vestimos de otra manera. Todo esto inspira a los bailarines y músicos de hoy que tocan e improvisan nuevos estilos.
Sin embargo, hay algo familiar en esta fuerza creadora. Se podría decir que, en realidad, la invención y la experimentación forman parte de la raíz misma de la tradición tanguera. Recordemos que, a comienzos del 1900, convergieron sobre el puerto de Buenos Aires en Argentina un alud de esperanzados inmigrantes de Italia, Alemania, Europa del Este, África y varios países Sudamericanos trayendo con ellos, no solo sus sueños y esperanzas, sino también sus instrumentos musicales y sus tradiciones culturales. Como hoy, se vivía una atmósfera de descubrimiento, de conflicto y de adaptación social. El tango nace cuando los diferentes miembros de la Buenos Aires de principios de siglo veinte se amalgamaron en ese crisol de razas. Hoy somos testigos de su renacimiento: se observa que, penetrando en las almas de entusiastas seguidores alrededor del globo, el tango está buscando su entorno musical actual.
Es por esto que la música moderna es tan esencial para renovar en forma eficaz el espíritu del tango. Los “neo tangos” creados por los grupos mencionados anteriormente son fusiones, híbridos de la instrumentación tradicional y los sonidos electrónicos, acortando la brecha entre la Edad de Oro y el nuevo milenio. Esta música fusión toca una fibra de la gran audiencia y esa vibración tiene el potencial de generar, no solamente pequeñas reuniones de aficionados, sino un movimiento internacional artístico y social.
No se puede descartar al Neo Tango como el más reciente integrante del floreciente género “musical mundial” porque no está limitado a la fusión de música electrónica con instrumentos tradicionales. Por el contrario, la necesidad de nuevos tangos es tan profunda que los bailarines audaces están reclamando música de otros géneros como el blues, rock, disco, el fado portugués, tangos turcos y rusos e incontables sub-categorías musicales de todo el mundo. Expresiones como “tango alternativo”y “no tango” ya forman parte del lenguaje corriente. En un taller sobre este tema que dicté en Rochester, New York, mis alumnos concluyeron que hay tres características esenciales que comparten un neo tango convincente y un tango de la Edad de Oro: 1. Tiene un tempo consistente para ‘caminar’ el tango; 2. Cuenta una historia con sofisticación rítmica y melódica; 3. Tiene una poderosa sustancia emocional.
El tango y la música popular se circunvalan allá, en el inconsciente colectivo, como dos planetas que se acercan para alinearse. La cadena de cafeterías norteamericana Sturbucks tiene su propio sello discográfico llamado “Hear Music” (‘Escuche Música’) que casualmente, hasta donde yo sé, ha producido recientemente algunos albums de Neo Tango. Más de la mitad de las canciones en los volúmenes 1, 2, 4 y 5 funcionan bien para el tango bailable. Más emocionante aún es el fenómeno electrónico que viene desde Washington DC, el último álbum de Thievery Corporation: Richest Man in Babylon (El Hombre mas Rico de Babilonia), que la revista Rolling Stone describe como “historias de un mundo mejor”. Varios temas en ese álbum se ajustan a los requerimientos 1-3 descriptos más arriba.
A principios de 2003 hice una función de tango para una escena de la película The Truth about Charlie (una remake del clásico norteamericano Charade). El guión tenía ahora una escena en un bar de tango en lugar del original que se desarrollaba en un bar de jazz y, muy llamativo, la música que eligieron era la del Proyecto Gotan y de Llasa de Sela, un artista absolutamente no-tango, tocada por músicos de tango experimental. Coincidencia? Yo creo que no. Alguien en la industria del cine ha puesto “el dedo en la llaga”, por decirlo de alguna manera. Pareciera que ha comenzado a emerger en la comunidad tanguera global una preferencia musical regional y los DJs están comenzando a ganar seguidores de sus gustos distintivos de tangos no-tradicionales. Desde Alemania escribe Dan Käsmayr:
“Aquí en Munich, tenemos una Milonga llamada “Tango-Fusión” que, básicamente, es una mezcla entre una milonga y un evento en una disco. La música que se pasa es tango [tradicional] (3 de cada 20? canciones), material como el proyecto Gotan, BajoFondo, y algunas canciones de la banda de la película, Amelie, Chicago y otra música que no puedo categorizar, probablemente nujazz, house, etc. Nunca tuvieron la intención de reemplazar a las milongas tradicionales, pero en mi mundo resulta una adición esencial”.
La descripción de Dan sobre “su mundo” me recuerda sospechosamente a la década del ’40, cuando la mayoría de los barrios de Buenos Aires tenían sus propias orquestas y los bailarines elegían dónde ir a bailar en función de quién tocara. Hoy en día tenemos una variedad más amplia para elegir y pienso que pronto veremos surgir en distintas ciudades del globo otros eventos como los que describe Dan . En Buenos Aires está creciendo una energía similar. Se ha escuchado música electrónica y no-tangos en Ambientango, la primer tango-rave de la ciudad, en La Divina Milonga quien da la bienvenida a artistas y músicos consagrados y debutantes y también en milongas más antiguas como la de Torcuato Tasso, La Catedral y Canning, donde audaces DJs pasan ocasionalmente canciones que no son, estrictamente hablando, tangos.
Los bailarines tienen disponible actualmente música que abarca muchas décadas y muchos países. Hasta ahora se ha asumido que, en general, el crecimiento del tango tenía un techo, particularmente porque la música y la atmósfera tradicionales agradan a un segmento pequeño de la población actual. La aparición de música neo tango en el mundo del tango traspasa ese techo. La gente joven especialmente se siente atraída por los sonidos eclécticos y por la diversión y atmósfera experimental que acompañan estos eventos. Andrew Burt escribe desde Portland:
“Como DJ, paso ‘música mezcla’ aquí en Portland, y pienso que esto es fantástico para la gente joven de nuestra comunidad. Le infunde mucha alegría , placer y humor al baile y se escuchan muchas más risas que lo habitual”.
Podemos vislumbrar lo que puede suceder con el tango en el futuro observando el desarrollo y la integración de la música y el baile latino en los bares y clubes. La salsa como baile estuvo expuesta, desde la década del ’50, al jazz, rock y otras influencias externas; sin embargo ha persistido como al comienzo, a través de infinitas permutaciones, como parte natural de la vida social de las comunidades latinas. Debido a que el Neo Tango involucra una multiplicidad de géneros, sus ramificaciones probablemente sean enormes, si ocurre una integración similar a la descripta para la música latina. Se observa que el tango bailable combina muy bien con la mayoría de los géneros musicales que se escuchan en los principales lugares de baile. Si el tango social se convierte en la norma en tan sólo el 1% de esos lugares, la cultura social como la conocemos ahora cambiará hasta hacerse irreconocible, y estaremos asistiendo a la Edad de Platino del Tango.
La verdad es que los jóvenes bailarines de tango en todas partes se han movido sin parar desde hace varios años, anticipando la aparición de esta nueva música en las milongas. Jóvenes bailarines inventan nuevos movimientos, nuevos abrazos y nueva ropa para bailar. El tango se ha beneficiado enormemente por la influencia del vocabulario de la salsa y del swing, y las vueltas completas, giros y cambios de brazo aportan un rico material para esta próxima evolución del tango social. Este impulso por inventar y re-inventar refleja muy bien el espíritu “tradicional” del tango argentino.
Y así, la bibliografía musical contemporánea sobre el tango va creciendo y con ella la seducción de una parte importante de los jóvenes de la franja entre los veinte y treinta años. Las canciones tienen el ritmo inconfundible del tango y la arista del nuevo milenio en sus melodías.. En el corazón del tango contemporáneo se encuentra la innovación de mezclar instrumentos de cuerda con sintetizadores, giros de salsa con figuras del tango tradicional, jeans con medias de red.
La lista de neo tangos para DJs de Sharna se encuentra en
http://www.neotango.com/